Uno de los principales obstáculos para aprender a dibujar está motivado por el miedo a recibir una mala crítica. Nos enseñan desde pequeños a no fallar y nos castigan si lo hacemos. Lamentablemente fallar es el mejor método de aprendizaje que tenemos, y sé que suena muy tópico, pero lo único malo de fallar, lo único malo de caer, es no te levantes después.

A muchos nos asusta que nuestro trabajo sea menospreciado o infravalorado, de modo que intentamos que satisfacer a todo el mundo. Una de las cosas que más rápido aprendí cuando empecé a subir mis dibujos a internet fue que mi trabajo producía todo tipo de reacciones. Una misma imagen podía encantar y enganchar a una persona, pero a otra podía resultarle horrible e incluso desagradable. Me di cuenta la cantidad de sensaciones distintas que podía transmitir sólo con una imagen. Evidentemente mi trabajo no le gustaba a todo el mundo, pero también tenía su público. De hecho, me sorprendí al ver que los que consideraba como mis mejores dibujos estaban bastante alejados de los más populares. El mundo es tan grande, y hay tanta gente que es imposible que todo el mundo piense igual. Hay personas que les encanta mi trabajo y otras que no lo soportan. Aceptar esta dualidad es lo más sano que se puede hacer.

Por eso intentar contentar a todos es sencillamente imposible. El miedo a la mala crítica nos lo enseña la sociedad en su búsqueda de la perfección.

Conoce tu nivel y acepta tus limitaciones

Todo el mundo se encuentra en un escalón en la escalera del dibujo. Localiza en qué posición te encuentras y acepta las limitaciones que ese nivel conlleva. Una de las cosas más frustrantes de dibujar es tratar de llegar al mismo nivel de uno de tus ídolos contando el “número de escalones” que faltan hasta llegar donde está él. Cuando has avanzado diez crees que estás diez escalones más cerca, pero no te das cuenta de que él también ha avanzado sus propios diez haciendo que la distancia sea la misma. En ese momento ves que no vas a ningún sitio, que no avanzas, que no vales para dibujar y te vienes abajo. No te das cuenta de que de hecho has avanzado diez escalones, que has mejorado, y que en realidad estás más cerca del nivel que tenía tu ídolo antes.

Pero esta realidad no lo ves porque no sabes aceptar críticas. Trata de identificarte en uno de los tres siguiente tipos de artistas que describo a continuación:

“Eso que tú llamas errores en realidad los he echo queriendo”

Esta es la típica persona que parece que no tiene fallos. Resulta que todo lo que hace es completamente intencional. Si le dices que las manos son desproporcionadamente grandes te responde que “ese es su estilo” y si le corriges con que en realidad una es más grande que la otra dice “si, es un efecto óptico” Lo peor es cuando ellos vienen a ti buscando una crítica ya que en al final no puedes criticar nada. Este tipo de personas se niegan a ver el escalón en el que se encuentran pensando que están a un nivel mucho mayor del que en realidad están.

“Yo se más que tú, así que calla”

Este tipo de persona es un experto, un auténtico pro… o eso se cree. Tal vez lleva más tiempo dibujando que tú, o tal vez sabe colorear mejor. El tema es que te supera en algo y eso cree lo convierte en mejor. Todas las críticas, por muy acertadas, evidentemente están mal ya que él sabe más. Como ellos no fallan nunca está claro que el problema es tuyo ya que “no tienes ni idea”

“Sólo buenas críticas, please”

Aquí se puede ver claramente al tipo de persona que teme fallar, y que si lo hace, directamente no quiere que se lo digas. Esta persona aunque no lo sepa no busca mejorar su dibujo, sólo quiere inflar su ego. Si intentas de corregirle algo directamente se pondrá a la defensiva sacando un arsenal de excusas que acaban con un “si no tienes nada bueno que decir mejor deberías de quedarte callado”

Si te sientes identificado con alguno deberías de empezar a considerar cambiar tu actitud. Después de todo dibujar no es una habilidad, sino una actitud.

Como digo, estas actitudes surgen por el miedo a la crítica, pero no te preocupes, se que es duro reconocer los errores pero es necesario identificarlos para poder mejorar. Debes de reconocer cuando una crítica pretende ser constructiva y cuando busca ser destructiva. Dar una crítica destructiva es tan malo como no saber recibir una crítica constructiva. Así que toma nota.

  1. Agradece como es debido. En internet lo más común es encontrar cosas simples como “me encanta” o “me gusta” así que trata de comprender que, a menos que se lo pidas directamente, que alguien se tome la molestia de dar una crítica es un hecho raro. Esa persona cree que comentarte es algo lo suficientemente bueno como para dedicar parte de su tiempo. ¿Sabes lo grande que es eso? Agradece sus comentarios y sus críticas aunque no creas que sean acertadas.
  2. Ve el valor de su punto de vista. En bachillerato me enseñaron que cuando pasas mucho tiempo trabajando en un dibujo llega un momento en que dejas de ver fallos, a eso se le llama estar borracho del dibujo. Una opinión externa se fundamenta en experiencias y gustos diferentes, aprovéchate de ello y aprende. Piensa que otro te está transmitiendo sus conocimientos gratis.
  3. Tal vez consideres que el dibujo ya está bien como está a pesar de sus fallos, tal vez no quieres quedarte demasiado tiempo en ese dibujo y quieres pasar al siguiente, o tal vez no te gusta cómo está quedando y decides terminarlo ya, sea como sea debes de ser humilde y aceptar tus fallos. Interioriza y aprende los consejos y críticas de los demás que sólo quieren ayudarte, y recuerda que todo el mundo tiene algo que enseñarte.
    Un simple “tienes razón, gracias, lo tendré en cuenta para la próxima vez” es muchas veces la mejor respuesta a una crítica. No sólo agradeces sus palabras, sino que también demuestras el valor de ellas considerándolas importantes como para tenerlas en cuenta.

No quiero decir que haya que aceptar todas las críticas que le den a uno. Como he dicho, tal vez consideres que el trabajo no necesita más retoques, pero eso no hace que el trabajo sea perfecto. Absorbe los consejos útiles y desecha los inútiles, pero no dejes de aprender de ellos.

En otra entrada hablaré de cómo dar una crítica apropiadamente ya que ese es otro tema en el que existen muchos sabiondos.

Y tú ¿tienes sabes recibir una crítica, tienes algún truco?