En el post anterior he hablado sobre cómo encajar bien una crítica y di una serie de consejos sobre ello. Así que no quería dejar pasar la oportunidad para escribir otro post tratando de hablar desde el otro lado.

Si, como ya dijimos, es importante saber encajar una crítica creo que es igual o más importante saber darla. Se pueden transmitir muchas cosas inconscientemente y nuestras palabras pueden ser malinterpretadas. Saber elegir la palabras adecuadas y el tono son ideas clave para conseguir que tu crítica sea lo más constructiva posible. Y ahí es donde reside la esencia de una buena crítica. Todas las críticas deberían de ser constructivas.

Yo soy bastante crítico a la hora de ver una película, y cuando salgo del cine siempre empiezo hablando de las cosas que no me han gustado y cómo deberían de haber sido. Estoy seguro de que alguna vez has criticado alguna peli, o videojuego, y también estoy seguro de que cuando das tu opinión a un amigo no te quedas en un simple “es una basura” o “no me ha gustado” Buscas dar una opinión fundada, con ejemplos y argumentos tratando de demostrar que tu opinión es acertada. En este caso sabemos de criticar una peli no es muy productivo porque sabemos que al director que hay detrás nunca le llegará nuestra opinión, y gracias a eso podemos ser todo lo agresivos que queramos, pero cuando opinamos la obra de un artista cara a cara (o cara ordenador) hay que saber elegir bien las palabras que vamos a utilizar.

Dar con un consejo que sea útil y que a la vez ayude a mejorar es a lo que debemos aspirar cuando criticamos directamente una obra. Comprendemos que es labor del artista saber aceptar una crítica y comprender cuándo se le hace una crítica constructiva.

El poder del PERO

Como crítico tienes que considerar que, por norma general, el artista vierte una parte de sí mismo en su obra. Por lo que inconscientemente las desaprobaciones las siente hacia su propia persona. La educación juega un papel fundamental para evitar esto. Las buenas maneras siempre ayudan y dar una alabanza seguida de una crítica siempre es mejor recibido.

Utiliza el “pero” en tus frases: Me gusta mucho el color, pero no me termina de agradar la composición. Aunque ¡cuidado! hay personas que se conocen el truco y se quedan a la espera del temido «pero». Así que puedes sustituirlo por un «aunque» que puede resultar igual de efectivo ya que no se lo verá venir.

Piensa antes de escribir

Muchas veces se escribe tal cual hablamos, y a la hora de dar una crítica es lo peor que se puede hacer. Al hablar existen montones de matices que dan mucha riqueza a la conversación. “Vaya mierda xD” puede ser muy ofensivo por escrito incluso con el emoticono detrás, pero hablado puede no resultarlo tanto. No voy a centrarme más en las diferencias entre la comunicación oral y escrita, pregunta a San Google por ello si tienes curiosidad.

Podría resumirse en tres formas horribles para dar una crítica, a ver si te identificas en alguna:

“Definitivamente tu trabajo me produce cáncer”

Este tipo de crítica es abiertamente ofensiva. No busca de ninguna forma ser constructiva y su objetivo (si tiene alguno) es el de molestar y destruir. Tal vez exista un rencor personal de algún tipo, pero en ocasiones parece que simplemente el crítico se encuentra aburrido y lo único que busca el matar el tiempo, y ya puestos al artista también.

Si eres de este tipo, por favor párate a mirarte a ti mismo. ¿En serio estás haciendo eso? ¿No ves la perdida de tiempo que supone eso? ¿No tienes nada mejor que hacer con tu tiempo que perderlo dañando a los demás? Haz algo productivo con tu vida y deja que los demás hagan lo mismo con la suya.

“Se nota que no tienes ni idea porque sino te darías cuenta de tu error”

Este tipo de crítica es bastante molesta ya que te insulta indirectamente. Existen muchas maneras de hacerlo pero este tipo prefiere la clásica del “calla que no tienes ni puta idea” Las personas que critican consideran que tienen un gran nivel, y que se les cuestione les saca de sus casillas haciendo que se olviden rápidamente de que la idea original era hacer una crítica constructiva. Recurren fácilmente a algún tipo de falacia para justificarse.

“No se mucho de esto pero que feo está”

Este tipo de crítico no tiene ni idea de lo que se está hablando, de lo que trata la obra o del tema en general, pero no duda en dar su opinión, en la mayoría de casos, sin fundamento.

En el mundo existen montones de expertos ignorantes que opinan de todo sin saber de nada. Mi consejo a estas personas se encuentra en un famoso dicho “es mejor tener la boca cerrada y parecer estúpido que abrirla y disipar toda duda” Sencillamente, si no tienes nada mejor que decir: calla, escucha y aprende.

No digo que no tenga derecho a expresar su opinión, pero si lo que busca es dar su desaprobación existen formas menos dañinas. “Valoro el esfuerzo dedicado pero lamentablemente no es de mi agrado personal”, «No entiendo de esto aunque se nota que tiene mucho trabajo detrás»  me parece una forma más positiva.

“Cool”

Esta cuarta manera no entra dentro de las tres formas horribles de dar una crítica, pero me parece interesante añadirla por la oportunidad perdida que supone.

El típico crítico que por timidez, falta de tiempo, o falta de ideas simplemente comenta con un par de palabras. Es tremendamente común en internet y aunque no es directamente una crítica negativa lo poco constructivo lo convierte en una crítica vacía. Viene a ser lo mismo que la mano arriba de Facebook, pero por escrito.

Realmente existe una actitud la positiva por parte del crítico pero en el fondo se convierte en palabras vacías que poco aportan. Aunque hay que decir que siempre es mejor que no recibir ningún comentario.

Acepta la decisiones del artista

Si tuviese que resumir en uno los consejos para dar una buena crítica sería que, en definitiva, tienes que aceptar las opiniones de los demás. Tal vez tu crítica sea tan exquisita que debería estar incluso enmarcada, pero puede que al artista no le parezca necesario aplicar en estos momentos tus consejos. No pasa nada. Estás en tu derecho a insistir si quieres, pero comprende que nadie está obligado a hacer lo que tú les digas al igual que tú no estás obligado a hacer lo que te digan. En muchas ocasiones el artista se encuentra aliviado de recién terminar su trabajo que le ha resultado difícil y frustrante, y la idea de volver y continuarlo se le antoja en el momento como algo pesada. Sé que consideras que el artista está perdiendo una ocasión de oro de mejorar, y todo gracias a ti, pero recuerda, a todos nos gusta enseñar, pero a nadie nos gusta que nos enseñen.

Al final es la misma lección para las dos partes. El artista tiene que saber que su obra no va a gustar a todo el mundo, que es imposible contentar a todos. Pero el crítico también. Sus críticas no van a ser recibidas todas por igual. Es imposible que todos los artistas reaccionen bien.

Así que la próxima vez que des una crítica, relájate, sé constructivo, y no te molestes por la reacción a tus palabras.

Y tú, ¿tienes alguna forma de dar una crítica constructiva? Ésta sería una buena oportunidad de demostrarlo.