Uno de los principales defectos de los novatos cuando comienzan en esto del dibujo es que, cuando se ponen a ello, pretenden terminar lo más rápidamente posible. Quieren que, a medida que van moviendo el lápiz, el dibujo tenga el aspecto final, exactamente como haría una impresora.
Tal vez movidos por ejemplos que ven en Youtube o por escasos conocimientos, los iniciados siempre tratan de terminar cuanto antes su obra. Es cierto que hay artistas que ni siquiera necesitan esbozar para hacer sus dibujos, pero para ello han tenido que dedicar años y años de práctica.
Ya he hablado antes del Proceso Creativo y que conocer tu proceso propio te ayudará a identificar y eliminar posibles problemas que te surjan, pero tienes que saber que dibujar consiste en analizar, esbozar y detallar. Pero sobre todo disfrutar. El dibujo es un proceso en el que hay que realizar una serie de pasos antes de comenzar, si quiera, a ver la forma final. Es como hacer una casa. Antes de levantar los muros hay que preparar el suelo para que soporte el peso de la casa, y en cuanto levantamos los primeros muros no nos ponemos a pintar las paredes y colgar cuadros. Creo que el principal problema al que los novatos se enfrentan es olvidarse de todo el proceso anterior.
Como prácticamente todos los dibujo que vemos están “terminados” (líneas, color, efectos, etc.) a un novato le resulta difícil ver la belleza de un boceto. Pero tengo una cita personal que define muy bien la belleza del boceto que dice así:
A veces, el color mata un dibujo
Y es que en algunas ocasiones, he tenido la oportunidad y la suerte de poder comparar el boceto de un artista con el resultado final de la obra, y puedo decir que, lamentablemente, en algunos casos “terminar” el dibujo ha resultado en detrimento de la obra.
Desde mi punto de vista, es en el boceto donde reside el alma de un dibujo. Ahí es donde el artista pone toda la creatividad. Realmente, todo lo que viene después del boceto, no es más que algo mecánico. Entintar tu obra no es más que “redibujar” el dibujo para que quede más limpio. Aunque complicado de dominar, la luz y el color siempre funcionan básicamente igual y poca creatividad se admite ahí. Pero es en el boceto donde puedes dar rienda suelta a la imaginación.
La pose, la composición, la técnica, el diseño del personaje o el del entorno… son muchas la características que decidir y donde poder dar rienda suelta a todo lo que tienes. Lo que quiero decir es que hay que disfrutar del proceso de dibujar, tienes que disfrutar del dibujo, y para ello nada mejor que dedicarle tiempo al boceto. Para «dar» con el resultado final, a veces basta simplemente con ir añadiendo detalles. El dibujo, no es más que la suma de pequeños detalles.
Si estás empezando, deja de obsesionarte con que se vea bien y disfruta de lo que estás haciendo. Disfruta de dibujar. Disfruta de la creatividad, de poder hacer el dibujo como quieras. No va a venir ningún policía a detenerte por dibujar.
Disfruta también de descubrir el mundo. Muchas veces, cuando esbozas, necesitas de algunas referencias. Disfruta de estudiar y analizar las formas de esas referencias. Por ejemplo, encontrar tu propio método de dibujar manos es mucho más gratificante que hacerlo exactamente igual que como dice ese tutorial de tu autor favorito. Si realmente te gusta ese autor, agarra su tutorial, y personalízalo.
El ideal de un alumno debería de ser superar a su maestro
Así es, no deberías de aspirar a dibujar exactamente igual que tus autores favoritos. De esta forma pierdes personalidad. Para dibujar exactamente igual que ellos, deberías de hacer exactamente lo mismo que ellos, y no puedes. Ellos viven en un contexto (familia, trabajo, economía, experiencias, etc.) que no es el mismo que el tuyo. Así que deja de ser un calco.
Pero copiar a otros no es malo. Desde luego, ¿cuando lo ha sido? Aunque siempre queremos diferenciarnos de los demás para marcar nuestro espacio personal y definirnos a nosotros mismos, nos resulta muy difícil aprender cosas nuevas si no copiamos lo que nos enseñan.
Para disfrutar del dibujo deber de perder el miedo a hacer las cosas mal, y de hecho, debes de disfrutar haciéndolas mal. Si algo no te sale como quieres, intenta hacerlo mejor en la próxima vez. Y si te sirve de consuelo, piensa que eres tú el que te exiges la excelencia, existen montones de artistas que dibujan con estilo caricaturesco y pueden vivir de ello.
Disfruta de dibujar, y olvida de una vez alcanzar la perfección.
¿Y tú, cuando fue la última vez que dibujar te hizo volar?