Siempre he sentido interés por conocer los métodos de trabajo de los demás. Me gusta saber qué herramientas utilizan y cómo las usan.
Pienso que gran parte de la identidad del estilo de un artista depende de las herramientas que utilice. Pienso que ser un artista que colorea con lápices de madera o serlo utilizando el digital marca notablemente tu estilo (Digital vs Tradicional). No digo que el hábito haga al monje, pero creo un monje sin hábito no es monje.
Tras años de dibujo, he acabado asumiendo que el arte tradicional no está hecho para mí. He dibujado con acuarelas, colores pasteles, lápices de colores y demás, pero lamentablemente puedo decir que el arte tradicional se me resiste. Me gusta pensar que lo hace por falta de referencias. En cambio, el arte digital me ha ayudado a desarrollarme como artista como nunca me hubiese imaginado. Si cada persona fuese afín a unos materiales o a otros, desde luego que a mí me ha tocado lo digital.
La poderosa wacom
Entre mis herramientas digitales podemos encontrar destacando sobre la mesa la Cintiq 21. Es un modelo que ya se ha quedado antiguo pero que todavía funciona como el primer día.
En su momento me encontraba en un dilema en el que debía que decidirme entre una mesa de luz reclinable, o una tablet mejor a la que ya tenía (Intuos 3). Era una decisión importante porque se estaba decidiendo hacia dónde se dirigiría mi estilo, si a algo más tradicional o más digital. Como siempre he sido un poco geek, y con lo tradicional no acababa de funcionar, finalmente me decidí por comprarme la Cintiq. Como a muchos, me atraía enormemente la herramienta de Wacom, y puesto que conocía perfectamente el funcionamiento de photoshop (trabajo con él de forma profesional) la decisión me resultó más fácil. Además, he de reconocer que no tenía mucho espacio en mi sala para meter una mesa adicional.
Ahora creo que fue una buena elección. Me ha ayudado mucho a avanzar como artista, y a entender el dibujo de una forma que se ajusta mejor a mi manera de hacer las cosas. Me gusta controlar cada aspecto del dibujo, y para ello, trabajar con capas y poder retroceder en mis acciones me parece esencial.
La Cintiq 21 UX es un modelo que tiene 16 botones en la parte frontal, 8 por cada lado. Esto era el doble de lo que tenía mi antigua Intuos lo que me permitió personalizarlos añadiendo “herramientas” que me ayudan marcar mi estilo. De todas formas actualmente he cambiado los botones de la Cintiq por un teclado adicional, del que haré una rewiew más adelante.
No quiero hablar demasiado de las bondades de la herramienta porque creo que sus ventajas se hacen evidentes: Una pantalla sobre la que dibujar directamente igual que como se hace de forma tradicional. En definitiva, une lo mejor de dos mundos.
Desventajas
Si buscas un poco de información sobre las Cintiq, no tardarás en encontrar montones de análisis hablando de lo buenas que son. Lo que nunca he visto es a alguien que resalte las partes negativas. Si has conseguido ahorrar los miles de euros que cuesta, como mínimo te gustaría conocer todos los puntos de vista. Por eso quiero explicar aquí esas pequeñas espinas que tiene tan alabado producto.
1– Precio: Creo que sobra decir que la Cintiq es cara, muy cara. Desde mi punto de vista su precio es excesivamente alto. Cuando te detienes a analizar las piezas, ves que no es más que un monitor sobre una Intuos. Es decir, que no es más que un lápiz, un par de chips especiales, y una pantalla. El coste de producción no debe de ser muy alto. Una pantalla de 22 pulgadas HD cuesta hoy día en el mercado entre 100 y 200€, y una Intuos de tamaño similar son unos 400€. Combinándolos podríamos subir el precio en 100 euros más sumando finalmente unos 700€, pero de ahí a los 2000 que cuestan de media ¿De dónde salen los más de mil euros restantes? Yo, desde luego, no termino de ver la justificación. De hecho, he visto personas en internet que desmontando una intuos y acoplándola a un monitor propio, acaban fabricándose su propia Cintiq.
2– Latencia: Sí, el aparato tiene un mínimo de latencia que se puede ver incrementada por la potencia de tu ordenador. Si tu máquina es lenta, la latencia se notará más. Necesitas tener una buena RAM para disminuir al máximo esta molestia. Como parte positiva a esto, debo decir que afortunadamente la latencia es siempre bastante poca y es fácil acostumbrarse a ella cuando es baja porque ni la notas. Eso sí, ten en cuenta que un mínimo siempre va a haber.
3– Monitor: Yo recomiendo los modelos HD, ya que tienen mayor densidad de píxeles. Piensa que un monitor puedes ser tan preciso como te permitan sus pixeles: mientras menos pixel, menos precisión. Una solución es sencilla es que si necesitas más precisión, basta con hacer zoom en la zona.
En el modelo Cintiq 21 UX, si te acercas lo suficiente (algo fácil ya que trabajas encima) notas los pixeles a simple vista. En mi modelo la densidad de pixeles no es como por ejemplo como la de un movil, que por mucho que te acerques se te hace difícil diferenciarlos. , pero a ese precio ya podría hacer que los modelos sean directamente Full HD.
4– Manejo: No es exactamente igual que dibujar con lápiz y papel. Como en todo, hace falta un pequeño periodo de adaptación, sobre todo por la latencia antes mencionada. De todas formas, es infinitamente más intuitivo dibujar con una Cintiq que con una Intuos, ya que puedes ver directamente lo que dibujas debajo del lápiz.
5– Forma: Depende de la Cintiq, pero he de decir que en general, son unos armatoste inmensos que pesan una tonelada. En serio, no os podéis imaginar lo grandes que son. Los modelos superiores a 20 pulgadas, cuando los sacas de la caja, reciben un «wow, es enorme». Mi Cintiq de 21 pulgadas mide 56cm de ancho y 44 de alto y pesa cerca de 10 Kilos. Desde luego que te aconsejo que si te va a hacer con una, mide bien el espacio que tienes en tu mesa.
6– Brazo: La Cintiq 21 UX, y actualmente la Cintiq 22 HD vienen con un soporte con unas patas con lo que puedes regular su altura. Directamente creo que es un invento del demonio. Se hace muy incómodo dibujar, porque, por muy inclinado que tengas la Cintiq, ésta se mantiene 9 o 10 cm por encima de la mesa, incrementando la altura del lienzo. Y si dibujas en vertical, los brazos se te acaban cansando. En mi caso, me hice con un brazo para monitor con el que poder colocar la Cintiq a cualquier altura y dibujar más cómodamente. Desde luego, recomiendo uno si tienes una de estas patas.
En cambio, creo que las nuevas patas son mucho más cómodas porque, aunque pierdas la capacidad de poder girar el monitor, prácticamente puedes colocar la Cintiq sobre tu regazo, y eso, es lo más cómodo para dibujar.
7– Temperatura: Nadie suele hablar de esto y es que (detrás del precio) es uno de los mayores inconvenientes de las Cintiq. En épocas cálidas, puede acaba con temperaturas similares a las que hay en el mismísimo infierno, al fin y al cabo no es más que un monitor. Los bordes de la pantalla y sobre todo la parte superior son los que más se calientan, y por lo tanto, más molesta pasar la mano cuando dibujas. Me sorprende que a los chicos de wacom no se les haya ocurrido nunca hacer un modelo con ventilador incorporado para la refrigeración.
Si vives en un país cálido, en el que las temperaturas son altas durante todo el año, te aconsejo seriamente que consideres gastarte ese dinero en otra cosa. En cambio, si vives en una zona fría el calor que desprende se llega hasta a agradecer.
Conclusión
A pesar de todas estas características negativas, a mí sí que me mereció la pena. Ahora se me hace impensable abandonar el dibujo digital y sé que me ha ayudado mucho a avanzar y a definirme como artista. Ahora eres tú quien debe de decidir si te merece la pena o no hacerte con una.
Y tú ¿tienes una wacom?