Es bien sabido que, en general, la gente le tiene miedo a dibujar. Cuando le pides a alguien que agarre un lápiz y te dibuje algo, rápidamente se le va a poner la cara blanca y excusará en que no sabe ni dibujar un hombre de palitos. Seguro que has visto esto en más de una ocasión. Pero ¿de dónde viene ese miedo?
Son múltiples los motivos por los que uno no se aprende a dibujar.
El fondo del problema
Desde pequeños se nos aplaude cada garabato que hacemos. Pero llega un momento en el que alcanzamos una edad en el que se considera que eso ya es cosa de niños y se nos empieza a penalizar la misma creatividad que antes nos premiaban.
Es una situación traumática para el niño porque todo lo que hacía y le gustaba de pequeño, todo por lo que le felicitaban y le premiaban se convierte en algo prohibido.
La educación que recibimos en la escuela está más centrada en un aspecto lógico/racional y se desecha el lado creativo. Nos enseñan que fallar es malo, que si lo haces suspendes y se te castiga.
La creatividad funciona al contrario, necesitamos fallar para aprender de los errores. Y necesitamos fallar para buscar otros métodos con los que superar la dificultad.
Lo peor de todo es que nos introducen el pensamiento racional incluso en el ámbito creativo. Se consigue racionalizar el arte.
En clase nos enseñan que para dibujar hay que hacerlo como los grandes artistas del pasado, donde el realismo es la norma. Que un retrato se hace de determinada manera con unas proporciones básicas, o que un bodegón se colorea de una u otra forma.
La libertad para hacerlo como te de la gana, de hacerlo como te guste, y que te haga disfrutar no es lo importante. Lo importante es hacerlo dentro de unos límites racionales y preestablecidos para poder ser evaluado de forma racional. Igual que un examen de matemáticas.
Ante este panorama, es perfectamente comprensible que la gente le tema tanto al lápiz. Así que,
¿Cómo puede alguien tener la suficiente voluntad de ponerse a dibujar?
Me parece algo bastante ridículo, que a alguien le atemorice ponerse a dibujar porque no va a dibujar tan bien como un profesional. Esta situación es como si no pudieses conducir porque no eres tan habilidoso como un piloto de Fórmula 1, o que no pudieses salir a correr porque no eres tan rápido como un atleta olímpico.
Inconscientemente nuestra educación nos hace excusarnos en la excelencia de los demás para ocultar el miedo a no dar la talla. Pero ¿cómo vamos a ser tan buenos si nunca dibujamos, si nunca fallamos? Es un círculo vicioso del que nunca se sale.
Si lo que quieres es dibujar bien, lo primero que tienes que hacer es aceptar tu nivel y bajar las expectativas que tengas sobre ti. Después de todo, si nunca has cocinado no pretendas hacer un Pollo a la Pequinesa en tu primera vez. Intenta primero hacer un huevo frito o algo similar. La clave está en comprender que tu primer intento será muy malo, el segundo un poco mejor, y el tercero un poco más. Como se suele decir la práctica hace la perfección.
En definitiva, simplemente hay que admitir que sin fallar es imposible igualar a los mejores.
Conoce las bases
Muchos de los problemas a la hora de dibujar para un novato es que desconoce la cantidad de conocimientos que hacen falta para dibujar. Lo peor es que ni siquiera se conoce lo básico. La línea, el espacio negativo, las proporciones, el color o las formas básicas es lo mínimo que se debería de conocer para empezar a dibujar.
Adquirir estos saberes mínimos es esencial para empezar a dibujar más cómodamente y acabar satisfecho con tu trabajo. Para ello puedes empezar a practicar copiando objetos de tu entorno hasta que hayas interiorizado este estudio.
Después de esto comienza el fabuloso y difícil viaje de dibujar. Recuero haber conocido a una persona que quería empezar a dibujar con toda la ilusión del mundo. Se le veía motivado y con ganas, había comprado materiales y estaba apuntado a un curso. Y por mi mente pasó esto:
Que horror, ahora le toca un largo viaje hasta alcanzar el nivel que desee, pero a la vez, que envidia, ahora disfrutará de aprender desde cero, tiene tantas cosas interesante que aprender, cualquier avance, por mínimo que sea, será una increíble victoria.
No tengas miedo de empezar a dibujar, al principio todos somos novatos. Trata de aplicar una filosofía del vaso medio lleno y disfruta del viaje.
Y tu, ¿crees que es demasiado tarde para ti empezar a dibujar?