Debido a nuestra naturaleza, siempre vamos dejando las cosas para otro día, y más si requieren algo de esfuerzo. Pero aún así, hay momentos en los que resulta muy fácil ponerse a trabajar. Uno de estos es cuando trabajas en algo nuevo. Por ejemplo, cuando te decides a aprender a dibujar, en los primeros días resulta muy fácil sentarte a la mesa. Estás lleno de energía positiva y estás deseando mejorar. Pero esto no dura para siempre. Luego llega lo complicado: seguir haciéndolo una vez la energía inicial desaparece.

Esto es algo natural en todos los humanos. Así que acéptalo y aprende a luchar contra ello.

1. Ten tarea por hacer

Tengo bastante claro que la clave para mejorar en tu dibujo está en la actitud. Hace falta tener una correcta actitud para mantener una motivación constante, y sólo con esa constancia se pueden realizar avances. Pero es difícil mantener la motivación cuando, por ejemplo, no sabes qué dibujar. No hay nada que me frustre más que tener unas ganas locas de dibujar y cuando me pongo a ello encontrarme en blanco.

El miedo al lienzo en blanco es algo habitual y de lo que ya he hablado. Si le echas un vistazo al artículo que escribí, verás que una de las soluciones que propongo es tener algo que hacer. Y es que resulta mucho más fácil sentarte a dibujar si tienes tarea pendiente. Márcate una meta y unos objetivos que cumplir durante la semana, y notarás la diferencia.

Por ejemplo, podrías haberte puesto la tarea de hacer un dibujo a la semana, y como a veces con una hora al día no se tiene suficiente tiempo para terminarlo, tendrías que volver al día siguiente para completarlo. Así resulta mucho más sencillo volver a la mesa.

El truco consiste en facilitarte la tarea de encontrar una excusa para ponerte a dibujar. Para ello dedicate a realizar retos duraderos en el tiempo, estoy seguro que con ellos te resultará más fácil volver a la mesa de dibujo. Recuerda que tener tarea pendiente dificulta ponerse a procrastinar.

1.1 Márcate Retos

Un monstruo al día durante un mes, o tal vez 365 dibujos al año, o diseñar un personaje en base a determinados colores, dibujar a tus personajes con otros estilos, dibujar las expresiones básicas, ponerte un límite de 2 minutos por dibujo, etc, etc.

Son montones los retos y los memes que te desafían a que te sientes y dibujes un rato. Internet está lleno de ello. Búscalos en ingles (challenge) para encontrar más y trata de hacer algunos. Los hay más fáciles y más difíciles. Pero recuerda, es mucho más complicado mantener la constancia haciendo un dibujo al día durante 365 días, que hacerlo durante 30 días. Por ello, intenta personalizarlos si los ves demasiado complicados. No pasa nada por que modifiques el meme original. Lo importante es conseguir que dibujes diariamente.

Mi consejo para ello es que intentes hace los que te proponen hacer la misma tarea durante X días ya que son los que más te enseñan a sentarte diariamente a dibujar.

Si por ejemplo hicieses el reto de 100 retratos en una semana, tras esa semana habrías avanzado muchísimo en el aprendizaje de los retratos, y te resultarán más fáciles y rápidos de hacer. Recuerda que se aprende más realizando mal una misma tarea muchas veces, que haciéndola perfecta una sola vez. Después de todo aprendemos de los errores.

Y si no encuentras desafíos que te convenzan inventa los tuyos propios. Tal vez necesites más agilidad a la hora de hacer bocetos, entonces dedícate a dibujar bocetos como un loco. Tal vez veas que tienes que desarrollar tu estilo propio, entonces ponte a copiar estilos radicalmente distintos al tuyo para descubrir qué es lo que te gusta del tuyo.

La clave para mejorar es practicar la misma temática durante un prolongado periodo de tiempo. Si quieres dibujar mejor las manos, no basta con practicar un día cada cuatro meses. Dedícale un par de semanas seguidas.

2. Haz calentamiento

Antes mencionaba que nada me molesta más que tener ganas de dibujar y no saber qué hacer, pero también odio esas veces que aún con algo pendiente por hacer, no te apetece ponerte a dibujar.

Para solucionar esto, lo primero es conseguir sentarse frente al folio.

Una vez frente a él, y disponiendo de todas las herramientas necesarias para comenzar a dibujar, intenta hacer algunos ejercicios para calentar la mano. Al igual que cuando practicas deporte, a veces al dibujar viene bien hacer lo propio. No hablo de estiramientos de muñeca o dominadas con los dedos, sino de dibujar cosas sencillas para ir cogiendo soltura.

Prueba a dibujar algunas formas geométricas simples, como círculos, cuadrados, triángulos, líneas y algunas ondas.

Lo bueno de este ejercicio es que es algo muy fácil de hacer y te ayuda a centrarte en que es hora de dibujar. Si aún así, sigues sin centrarte para dibujar, da el siguiente paso e intenta dibujar algo de tu zona de confort. Tal vez dibujar una cabeza en uno de los círculos dibujados antes te ayude a mantener la concentración en la tarea.

Conseguir ser capaz de dibujar todos los días es algo complicado pero alcanzable. Lo malo de esto que puede llevar a querer mantener «rachas».

Si por ejemplo haces el reto de 30 dibujos en 30 días, no te esfuerces demasiado en mantenerte escrupulosamente los 30 días exactos dibujando. La vida da muchas vueltas y tal vez te surja algo que te impida dibujar durante uno o dos días. Tal vez te inviten un fin de semana en la playa y no puedas dibujar en ese periodo. Esto sólo debe significar que alguno de los próximos días tendrás que esforzarte un poco más para intentar mantenerte al día con el reto.

¿Y tú, tienes algún método para poder dibujar todos los días?