Bueno, hace más de un mes que no actualizo el blog por temas laborales. He estado montándome una oficina y hasta que no he conseguido una rutina no me he visto con fuerzas para continuar por donde lo dejé.

En el artículo anterior escribí sobre los beneficios de marcarte retos y metas, ya que sin ellas caminas en círculos, y además, aconsejaba que si no te sientes con fuerza, intentes dibujar primero formas simples, como cuadrados y líneas.

Realmente hay muchas más formas para evitar la procrastinación y quiero compartir algunas más.

1. Lo rutinario es más fácil

Marcarte una rutina diaria tal y cómo te cuento en “tu hora de dibujo” Ésta es una de las formas más básicas y sencillas para que te resulte más fácil sentarte a dibujar. Como decía antes, durante este mes he estado ocupado montando mi nueva oficina, y por ello, me ha resultado muy difícil encontrar un hueco para publicar un post e incluso sentarme a dibujar. Al conseguir una rutina me resulta más fácil encontrar huecos en ella para llenarlos con lo que quiero.

Una vez que consigues el hueco en tu rutina, toca hacer que sentarte a dibujar para que dibujar, forme parte de esa rutina. Cuando te acostumbras a ponerte frente al papel todos los días, el día que no lo hagas te sentirás incómodo porque sabes que estás haciendo mal y que deberías estar dibujando.

2. Hacerlo de una vez

“Lo difícil es comenzar, después sólo puedes ir a mejor”

Hacer algo siempre es duro, sobretodo si no te apetece. Pero si consigues comenzar, continuar se hace cuesta abajo. Es como hacer rodar una roca. Al principio es complicado conseguir que se mueva. Pero cuando finalmente lo haces, que se mantenga en movimiento es mucho más sencillo. Siguiendo el ejemplo, la motivación vendría a ser el ángulo de pendiente por el que se mueve la roca. Mientras más motivado, más cuesta abajo, y mientras menos, más cuesta arriba. Aprende algunos trucos para mantenerte motivado y facilitarte así el trabajo.

Yo tengo la filosofía de que si me pongo con algo, voy a hacerlo bien, que para hacerlo a media o mal prefiero no hacerlo. Esta mentalidad me facilita mucho mantenerme dibujando una vez que he empezado.

Cuando sea hora de dibujar, pero no tengas ganas, es un buen truco el decirte: “me pongo frente al papel y luego ya veo si sigo” más tarde, seguro que te dirás “ya que estoy sigo adelante” La idea detrás de este truco es que nos es difícil comenzar ciertas tareas, pero nos es más sencillo continuarlas. Si consigues romper la primera barrera (sentarte frente al papel) dibujar se hace más fácil. Nuevamente te recomiendo disponer de al menos una hora de dibujo al día, de este modo adquirirás el hábito de saltarte la barrera y te resultará más fácil hacerlo.

3. Evita las distracciones

El móvil, facebook, internet, la videoconsola, etc. a tu alrededor hay montones de seductoras distracciones que te están haciendo perder el tiempo. Todos estos elementos que te llaman a la procrastinación, y una vez que te pones con ellos es difícil parar tal y como te he dicho arriba.

Si sabes que te distraen o que te hacen empezar tarde tu hora de dibujo, te aconsejo que pongas mensaje, un cartel, o un post-it en una zona bien visible de tu cuarto con el texto: “¿Es útil lo que estás haciendo?” Cada vez que lo veas responde a la pregunta. Si la respuesta es que no, significa que es hora de que te sientes a dibujar.

4. Tenlo todo a mano

Facilítate la tarea y haz que todo quede cerca de ti y de tu espacio de trabajo. Si tienes que levantarte del sitio para conseguir papel y lápiz nunca te pondrás a dibujar. Basta con que te sientas un poco vago para que la distancia parezca kilométrica. Si  Photoshop (o el programa de dibujo que utilices) tarda 10 minutos en iniciarse debido a que el ordenador es muy lento, tampoco dibujarás nunca.

Trata de acomodar el momento de comenzar, para ello minimizar el tiempo que tardes en empezar a dibujar es esencial. Lápices, papel, ordenador, música. Todo debe de facilitarte comenzar a dibujar. Si sabes que la música te motiva, ten un acceso directo a tu carpeta de música en el escritorio de tu ordenador.

5. Rebaja las expectativas

No hay nada peor para dibujar que inmovilizarte por que pienses que no das la talla. Te rindes antes de comenzar. Ni siquiera lo intentas. Todo porque buscas la perfección en cada trabajo, en cada trazo, en cada mancha. Ignora la perfección y diviértete haciendo algo que se supone debes de disfrutar. No importa que hoy no salga bien, mañana tendrás otra oportunidad, y recuerda, que sólo de los errores se aprende.

6. Haz una lista

Otra de las maneras de conseguir que te sientes a dibujar es tener tarea que hacer. Si no se te ocurre qué dibujar significa que no tienes una lista de cosas que quieres dibujar. Tal vez hace poco vistes una serie y uno de los personajes te gustó tanto que te gustaría dibujarlo. Si no anotas algo así se te olvidará.

Organiza tus “listas de tareas” por temáticas, o por días. Tal vez se te ocurra hacer el FanArt Friday, en el que todos los viernes haces un dibujo de un personaje conocido.

Espero que estos consejos te ayuden a evitar la tan venenosa procrastinación. Piensa el ella como una “enfermedad” que no te consume la salud, si no el tiempo, provocando con ello que tus sueños estén cada vez más lejos de cumplirse.

Y ahora te pregunto: Y tú, ¿tienes algún truco para sentarte a dibujar?